"El acogimiento familiar unió más a la familia"

24.05.2010 17:16

Entrevista a Susana, una mamá acogedora.

¿Cómo conociste el Programa de Acogimiento Familiar?
A través de la visita de Magui (Palau, directora del Centro de Adopciones) a un grupo de la parroquia Santísimo Redentor. Ella fue varias veces y desde un principio yo quise formar parte del grupo de familias acogedoras, pero recién después de unos meses me decidí.

Al principio sentía mucho temor de tomar esta responsabilidad porque iba a ser yo la responsable, ya que los miembros de mi familia trabajan fuera de casa y el niño o la niña iba a quedar conmigo. Pero siempre me apoyaron.

 

¿Cómo fue, qué implicó decidirse a ser familia acogedora?
Me decidí después de muchas conversaciones con mi familia, y por mis ganas de servir a partir de mi experiencia en la parroquia. También porque hace años yo veo en un canal argentino un programa sobre Acogimiento Familiar y siempre me gustó; sólo que pensaba que nunca habría algo así en Paraguay. Lastimosamente para estas situaciones son sólo las personas con escasos recursos económicos las que se ofrecen para este servicio.

 

¿Cómo fue la experiencia como familia acogedora?
Principalmente fue una experiencia de compartir más con la propia familia. La familia se unió más en función a esa persona: Todo lo concerniente al acogimiento era conversado y decidido entre todos. Nos ayudó el hecho de que nos interesáramos por alguien en común. Dimos amor.

 

¿Cómo fue la experiencia con el niño o la niña?
En primer lugar nos dimos cuenta de la diferencia entre un niño o una niña que está dentro de una familia bien constituida y otra que no: mucha diferencia en su trato, carácter, forma de relacionarse. Por ejemplo, se nota que no tienen sentido de pertenencia sobre nada, tienen vergüenza de pedir lo que necesitan, y actúan, en consecuencia, como siempre lo hicieron: tomándo lo que necesitan sin pedir, a escondidas. También demostraban la necesidad de atención y cuidado, protección, y que notemos esa necesidad.
La niña que estuvo con nosotros se adaptó en poco tiempo. Rápidamente se incorporó a la dinámica familiar, participando de los paseos y reuniones familiares. Así también se daba un relacionamiento con todos nuestros vínculos sociales, era la mimada del barrio!

 

¿Qué mensaje le das las familias que están pensando ser familias acogedoras?
Que se arriesguen. Que tengan la fuerza de proteger a otros que no sean de su familia. Que se animen a hacer el bien a otra persona. Es una aventura en la que no sabés lo que puede pasar. Hacer el bien te da salud, fuerza, más vitalidad y entusiasmo. Dar la oportunidad de rehacer una vida, cambiar el concepto que tiene de la vida una persona. Si eso no sirve ahora, en un futuro va a servir.